El Parque Ñuflo de Chaves con una laguna natural, inaugurado el V Centenario del descubrimiento de América por los embajadores de todos los países conquistados, contiene el busto en bronce de Ñuflo de Chaves y el escudo de Santa Cruz en el suelo representado en rocas.

Los árboles de este parque son un guiño a Mario Roso de Luna como agradecimiento pues gracias a él, la Sierra de Santa Cruz fue declarada monumento arqueológico nacional en 1931. Casa árbol del parque es la casita de un gnomo por su afición a conversar con los espíritus de la naturaleza.